Nuestra presidenta, Mª José Navarro, ha elaborado un artículo titulado "Dejamos de usar X y Día de la Paz: Coherencia y Responsabilidad", en el que reflexiona sobre la importancia de la coherencia y la responsabilidad. Léelo a continuación.
El pasado 20 de enero, día en el que Trump tomó el poder de los EE UU, hubo también un movimiento social para cerrar las cuentas particulares o colectivas de la red social X (antes Twitter) a la que el COEESCV se sumó dejando de usar esta red, tras haberlo meditado en su última Junta de Gobierno.
Esta fecha, lamentablemente, va a marcar un antes y un después de la situación global, tras la entrada a la Casa Blanca de un presidente que menosprecia la vida de las personas, al menos de las no que son millonarias ni tienen un estatus de privilegio y poder.
Tras esa bochornosa exhibición pública de la toma del poder de Trump, en la que el no menos impresentable Elon Musk también nos deleitó con sus maneras y sus saludos fascistas, resulta mucho más fácil poder argumentar la salida de la red social X, pues desde que el billonario la compró, ha derivado significativamente hacia la desinformación y los discursos de odio.
No es fácil la decisión ya que nos encontramos ante un dilema ético, pues al abandonar X perdemos la oportunidad de hacer una pedagogía en valores y permitimos que se difundan falsedades y bilis a su libre albedrío, sin posibilidad de réplica. Pero también hemos de pensar en que, desde nuestra profesión, tenemos la obligación de buscar otros espacios seguros y libres de violencias para todas las personas. Permanecer en un espacio liderado por un déspota no nos beneficia, ya que entra en contradicción con nuestro código deontológico, y además, poco se puede luchar contra fanáticos poniéndose a sus pies.
Tenemos que escalar más alto, alzar la voz desde otros lugares con menos ruido y tensión, con menos rabia, más democráticos, desde el respeto y el diálogo. Porque en estos tiempos donde se nos ha olvidado dialogar, donde lo que se lleva es el “y tú más” y los influencers sin formación ni criterio, es necesario recobrar el sentido de la justicia, trabajar incansablemente para recuperar un mínimo de coherencia y sentido común.
Y hay que hacerlo como nosotras sabemos, desde el acompañamiento, la cercanía, celebrando y defendiendo la equidad, la democracia, la diversidad, la libertad, la multiculturalidad, los derechos humanos, todas aquellas cosas que consolidan una sociedad sana, y reivindicando la oportunidad de poder seguir haciéndolas sin racismos, homofobias, misoginias, mentiras y ruidos.
El próximo 30 de enero se celebra el Día Escolar de la NO Violencia y la Paz, reconocido por la UNESCO desde 1964 para conmemorar el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, siendo un buen momento para trabajar con las niñas, niños y adolescentes la Cultura de la Paz desde la integración y la inclusión, con los valores democráticos como el respeto, la tolerancia y la solidaridad como herramientas fundamentales para la convivencia.
Como decíamos en nuestro lema del Día de la Educación, celebrado también estos días, hemos de educar para transformar y acompañar para crecer, porque a través de la educación podemos construir esas sociedades más justas y regenerar la participación, lo comunitario, la alegría de compartir espacios más allá de las redes sociales virtuales.