Desde el COEESCV queremos agradecer la solidaridad mostrada por las Comunidades Autónomas que se han ofrecido para acoger en sus territorios a los niños, niñas y adolescentes migrantes procedentes de Canarias, ya que la situación allí se ha convertido en insostenible, teniendo los recursos de protección colapsados.
Pero, sin embargo, no podemos dejar de mostrar nuestra preocupación, teniendo en cuenta la realidad en la que se encuentran también los centros de acogida y protección del resto de territorios: centros saturados, con pocos recursos, o como pasa en nuestra comunidad en algunos casos, con retrasos en los pagos que hacen inviable su mantenimiento, y el de los y las profesionales que allí trabajan, convenio colectivo caducado, etc.
Este tipo de medidas, como tantas otras, deben ir acompañadas de un presupuesto económico que garantice las condiciones óptimas en las que estos adolescentes van a estar, con los espacios adecuados y también con los y las educadoras precisas para poder desarrollar su trabajo en las mejores condiciones.