Mañana, día 2 de octubre, es el Día Internacional de la Educación Social, y desde el COEESCV queremos conmemorarlo con ‘Un día cualquiera de un o una educadora cualquiera’. La historia diaria de dedicación de María, Mohamed y Engracia a la Educación Social.
María acude a trabajar cada día, dependiendo del turno que le corresponda, a una vivienda de protección de mujeres en Alicante. Este es un recurso en el que se atiende a mujeres en situaciones de especial vulnerabilidad: mujeres víctimas de violencia de género, salud mental y conductas adictivas. La función de María es la de ser la persona referente de estas mujeres, lo que implica desde la adquisición de hábitos de aseo, alimentación e higiene básicos, hasta acompañamientos jurídicos y sanitarios, gestiones bancarias, etc.
Dependiendo de la situación de cada una de las mujeres que allí conviven, también se hacen acompañamientos laborales, búsquedas de empleo, o se las deriva a recursos formativos o de ocio, aunque esto último depende mucho de la mujer y de la predisposición a incluir este tipo de actividades en su día a día.
Cada una de las profesionales que allí trabajan tienen un área de trabajo, que en el caso de María es el de ocio y tiempo libre, con lo que ella tiene que hacer una oferta de actividades de ocio saludable para estas mujeres que en la mayoría de los casos supone recomponer su tiempo de ocio al completo.
Mohamed se levanta temprano para acudir a la vivienda tutelada para personas migrantes de la que es el coordinador en València. Aunque su horario de entrada es a las 9, acude media hora antes para poder organizar el día: leer el diario de campo por si ha ocurrido alguna incidencia; organizar la despensa y verificar que hay de todo para el desayuno y la comida de ese día; comprobar en la agenda las citas y trámites que se deben realizar.
También realiza el reparto de tareas semanales de las personas usuarias: cocina, compra, limpieza, etc. Hace la lista de la compra con quien le haya tocado la economía de la vivienda (la lista se hace siguiendo el menú semanal preestablecido), y acuden juntos a comprar (al principio les acompañan hasta que entienden el sistema de precios y luego acuden solos).
La mañana no ha hecho más que empezar, porque también tienen clases de alfabetización, de las que utilizan los primeros minutos para enviar currículos a las ofertas de empleo que previamente han buscado. Tras el castellano Mohamed sigue con los interminables trámites burocráticos, con la coordinación con el Centro de Atención al Inmigrante para ver previsión de próximas entradas y salidas en las viviendas, con el estado de realización de la comida del mediodía, acompañando a la persona que tiene la tarea asignada. A las 14.00 h la comida debe estar lista y comen todos juntos (usuarios y profesionales).
Después de comer se revisan los tiquets de compra con la persona encargada de ello y se hace una valoración de lo comprado, puesto que se trabaja con ellos la alimentación saludable y si hay aspectos a mejorar se trabajará en la asamblea semanal, así como los conflictos que puedan haber surgido y las propuestas que las personas usuarias quieran realizar.
A partir de las 16:00 de la tarde, es hora de actualizar el diario de campo para que lo lean los compañeros de tarde y noche, planificar el día siguiente, realizar informes, preparar la reunión del equipo profesional, delegar tareas al equipo de tarde (recarga de bonómetros para lo que trabajan, acompañamiento a citas médicas por la tarde… etc.), por último, realizar la justificación y gestión económica del recurso. A las 17:00, Mohamed acaba su jornada laboral.
María Engracia forma parte del Equipo Específico de Intervención con Infancia y Adolescencia (EEIIA) de un Ayuntamiento del área metropolitana de València. Acude a su despacho entre las 8 y las 8:30 h y enciende el ordenador para poner en orden la agenda, el correo y las plataformas en las que registran las intervenciones con las familias.
Después de revisar todos los expedientes y de comprobar que las informaciones están al día, comienza a planificar su intervención con las familias que tiene asignadas. Entre sus funciones están las de realizar el protocolo de formación y los informes de aptitud de las familias extensas de acogida, junto a sus compañeras del servicio. El equipo base estudia los casos de vulnerabilidad y se los remite al EEIIA si considera que es necesaria la intervención. Si el caso es grave y existe riesgo de desprotección se plantea una serie de actuaciones para valorarlo.
Pero de lo que más disfruta María es con la intervención directa con las familias, para ayudar a resolver los conflictos y desarrollar el plan de intervención que se haya estimado para dicha familia. Trabaja con las herramientas que son propias de la educación social; habilidades sociales, resolución pacífica de conflictos, gestión de emociones, acompañamiento y competencias parentales.
Con cada una de ellas se reúne habitualmente, bien en la oficina o bien en los propios domicilios para poder hacer las intervenciones necesarias y con los recursos disponibles para la mejora de la situación familiar y asegurar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
El horario de María es flexible, ya que según sea el tipo de intervención se tiene que desplazar a los domicilios de las familias, como ayer que pasó varias horas de la tarde en casa de una de ellas, dando las pautas de crianza adecuadas para mejorar la convivencia entre madre e hijo.
María, Mohamed y Engracia tienen trabajos diferentes, con diferentes personas, en diferentes ámbitos, aunque tienen un nexo que les une: su profesión es la educación social. Y también tienen muchas otras cosas en común: disfrutan con su trabajo, aman su profesión, ponen todo su empeño para que las personas con las que trabajan salgan de sus situaciones de vulnerabilidad.
Felicidades a todas las personas que amáis vuestra profesión. Felicidades, educadoras y educadores sociales en vuestro día a día.
Desde el COEESCV os deseamos un feliz #EDUSODAY2021.
